El líquido de frenos es algo a lo que muchos conductores no prestamos atención, porque nos enfocamos en las pastillas o en los discos de freno. En caso de que busques un motor Renault segunda mano, las mejores opciones las encontrarás en Motores DYG, porque tienen los precios más ajustados del mercado.
Sin embargo, el líquido de frenos va perdiendo eficacia con el tiempo, y puede llegar a producir corrosión en el sistema hidráulico. Por este motivo, es imprescindible saber cuándo es el mejor momento para cambiarlo y así evitar cualquier tipo de inconvenientes.
¿Cuándo hay que cambiar el líquido de frenos?
Normalmente el cambio de líquido de frenos se debe hacer cada dos a tras años, y esto puede cambiar en gran medida dependiendo del uso que se le dé al coche. Sin embargo, hay que estar atentos a factores como el punto de ebullición o si el pedal recorre más distancia de la habitual para detener el vehículo.
En el caso del punto de ebullición, se debe tener en cuenta que esto lo pueden verificar únicamente en un taller mecánico, por lo que tendrás que llevar tu coche a un taller para verificarlo.
¿Cómo comprobar el líquido de frenos?
Este es un líquido que normalmente va a en un depósito de plástico traslúcido, que permitirá ver fácilmente su nivel sin necesidad de quitar la tapa. Esto es con la finalidad de que no abras la tapa para ver el nivel del líquido porque este estaría expuesto a la humedad ambiental.
Por este motivo, siempre será mejor que un mecánico profesional se encargue de hacer este proceso por ti. Así, evitarás cualquier inconveniente con el líquido de frenos, en especial porque si se contamina con la humedad ambiental, podrías tener graves inconvenientes en todo el sistema.
¿Cuánto cuesta el cambio de líquido de frenos?
El cambio del líquido de frenos es una operación que es relativamente económica, porque este líquido cuesta entre 5 y 15 euros. Sin embargo, hacerlo por tu cuenta puede llegar a implicar ciertos riesgos por lo que es imprescindible tener un conocimiento elevado en mecánica para hacerlo.
Si prefieres evitar dolores de cabeza, lo mejor será hacerlo en un taller mecánico, donde el coste puede rondar los 60 euros con la mano de obra incluida. Sin embargo, esto dependerá de la localidad, porque en algunos casos podrían cobrarte hasta 100 euros por el cambio.