Cómo un mal hosting puede perjudicar a tu negocio

Con mucha frecuencia se habla de que es necesario tener nuestra web en un hosting propio y de pago. Pero quienes recomiendan trabajar con un proveedor de alojamiento web no suelen darnos muchos detalles sobre qué tipo de host es el más adecuado para nosotros. De hecho, puede que un hosting compartido sea suficiente para un blog que acaba de empezar. Pero más adelante te vas a dar cuenta de que no siempre responde a las necesidades de tu proyecto.

Lo primero que tienes que pensar cuando contratas un hosting es el tipo de proyecto que quieres hacer. Aunque lo importante es lanzarse, no es lo mismo crear un blog como negocio, donde vas a trabajar con una herramienta como WordPress o Joomla, que si vas a crear un comparador, un buscador, una aplicación web o una página de anuncios en las que vas a recibir una gran cantidad de tráfico en poco tiempo.

Qué tipo de hosting conviene para tu proyecto

Se nos habla con frecuencia de las opciones más baratas de hosting compartido, con 1 GB de RAM como mucho y a veces con tráfico de datos ilimitado (lo cual es técnicamente imposible, ya que si compartes hosting con otros usuarios, lo lógico es que cuando muchos de ellos requieran recursos del servidor, a ti no te irá tan rápido como crees

Por tanto, piensa que el alojamiento web compartido no es la única, ni siquiera la mejor solución de hosting. Puede ser la mejor opción para empezar, pero si ya tienes un blog muy avanzado, o vas a lanzar un tipo de web o proyecto que requiere de un alto ancho de banda para funcionar con un buen rendimiento, entonces es más recomendable que utilices un servidor dedicado, o cuando menos, un VPS o servidor virtual, donde tus recursos (RAM, CPU, disco duro, etc.) están aislados, aunque utilices la misma máquina que otras personas.

Por qué un mal hosting puede perjudicar a tu proyecto

¿En qué sentido un mal hosting puede ser perjudicial para tu negocio? Pues que si tu servidor no responde a la velocidad deseable, tus clientes no se sentirán muy satisfechos a la hora de navegar por tu web. Con las consecuencias que eso puede tener para tu marca, por supuesto.

Pero aún peor que tu sitio web vaya lento es que, por ejemplo, tu sitio esté caído durante largo rato debido a una mala elección de hosting. Si tienes una tienda online o un negocio en el que se produzcan transacciones en directo, la tasa de abandonos del carro de la compra puede ser altísima.

Por ese motivo, te recomendamos que no dejes de utilizar un hosting de calidad que sea acorde a las necesidades de tu proyecto.

 

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