Los proveedores de productos para flexografía son una de las claves en el proceso de creación de las etiquetas de los envases. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo y te contamos algunas cosas que seguro que desconoces sobre el proceso de creación de las etiquetas de los envases de los productos que habitualmente compras en tu supermercado.
El diseño de la etiqueta
El primer paso para la creación de etiquetas para envases es el diseño de las mismas. Para este diseño se deben de tener en cuenta diferentes factores:
-El mensaje. El texto de la etiqueta es importante, sobre todo cuando se trata de etiquetas en las que tenga que ir toda la información porque no haya otra caja ni otro folleto que indique la composición o el modo de empleo, por poner algunos ejemplos.
-El color, tipo de letra y demás factores estéticos como las imágenes. Es lo más importante en el diseño, ya que es lo que realmente va a impactar en el consumidor. Incluso si no lee el texto, el potencial comprador estará recibiendo información y un mensaje claro a través de la etiqueta.
-La forma: No todas las etiquetas tienen la misma forma. Algunas son un simple rectángulo que se va a pegar alrededor de una botella, pero en otros casos debe de tener una forma determinada para adherirse a un dibujo o forma del frasco. Hoy, es posible crear etiquetas con cualquier forma y tamaño, lo que hace que no haya límites para la imaginación de los diseñadores.
La creación propiamente dicha
Una vez que se tiene ya un diseño de qué se quiere hacer se acude a la empresa especializada en reflexografía para la impresión de las mismas. La calidad final del producto va a venir dada por el buen hacer de los profesionales, pero también por la calidad de los materiales que utilicen y es aquí donde entran en juego los distribuidores.
Contar con un buen distribuidor capaz de ofrecer los mejores productos para cada tipo de trabajo, dar un asesoramiento especializado y proporcionar soluciones para todos los problemas y preguntas formuladas es clave para conseguir un trabajo de calidad que satisfaga totalmente al cliente final.
La empresa de flexografía tiene que ser capaz de ofrecer al cliente un trabajo de muy buena calidad pero que tenga además un precio competitivo que sea asumible.